Centro de Interpretación del conjunto arqueológico de San Esteban Interpretation
Center of the archaeological site of San Esteban
1. Confiando en la arquitectura la articulación de los fragmentos
Este concurso de San Esteban se plantea en un contexto complejo, un cruce de enfoques casi divergentes, que dibujan una situación de elevada dificultad. Con nuestra propuesta perseguimos, en lo más abstracto, la construcción de un consenso público, de un acuerdo urbano y social que permita acreditar de nuevo a la arquitectura como recurso cultural capaz de incidir eficaz y positivamente en la resolución de conflictos y en la creación de un imaginario de futuro constructivo y positivo.
Desde las perspectivas que concurren generando preocupación podríamos identificar los siguientes factores:
– la permanencia de una cierta duda resilente sobre el valor real de lo descubierto.
– las observaciones críticas sobre la imposibilidad de conservación fiable de los restos descubiertos a la intemperie o al aire por un tiempo prolongado.
– la reclamación estricta de recuperación del espacio público perdido.
– las muy difíciles circunstancias económicas y financieras, públicas y privadas, que caracterizan la actualidad.
Desde la perspectiva esperanzadora podrían distinguir los siguientes:
– la gran oportunidad de experimentar intensamente la naturaleza fundacional de la ciudad como un hecho cultural grandioso e incontestable.
– la posibilidad de disponer de un nuevo recurso turístico de entidad, atractor e impulsor del conocimiento de la ciudad en su totalidad, un brillante reactivador de la economía urbana.
– la confianza de reposición del espacio público perdido, desde una configuración contemporánea, participativa, propositiva,…
Así el concurso se convierte, sobretodo, en una búsqueda disciplinar de un acertado diagnóstico y de un adecuado tratamiento, desde un conocimiento configurado por el encuentro de la experiencia directa con la posibilidades imaginarias, convencidos de que la arquitectura aún conserva la capacidad de articular la más cruda realidad con el más entusiasta deseo.
Las consideraciones generalistas del yacimiento informan de un caserío de arrabal en el que pueden identificarse algunas estructuras palaciegas; hemos estudiado desde el análisis tipológico ese caserío, y efectivamente se trata una tipología de casa patio que permanece constante en todo el yacimiento y que adopta, en su extensión, diversas formalizaciones, en base a la enorme capacidad de varianza de la propia tipología. Este yacimiento, pues, nos informa, básicamente, de la cualidad doméstica en un fragmento de la ciudad del siglo XIII; una ciudad compuesta por la agregación organizada de unidades residenciales. De forma inmediata surge la inquietud por el cómo comunicar el valor de lo doméstico, de lo común. Y entendemos que la clave del proyecto se fijará en el procedimiento que se adopte para ello, en la estrategia comunicativa que se establezca.
Nuestra apuesta es muy precisa y sencilla al respecto, propondremos la “monumentalización” de los restos, mediante un sustancial cambio de escala de trabajo, evolucionando de la escala pequeña vinculada a la vivienda, a la gran escala vinculada al gran equipamiento. Así los restos dejarían de ser una secuencia de patrimonio menor para configurar una gran dotación urbana. Lo que visto desde otra perspectiva no sería más que generar la espacialidad que un BIC requiere por su propia carta de naturaleza. Es claro que estos restos requieren un cobijo, pero no un cobijo doméstico, sino un gran cobijo público.
La monumentalización de los restos conduce de forma directa a un contenedor, si atendemos la inmediatez de demanda espacial. Un contenedor que ya empezaría a permitir garantizar un control climático riguroso de su interior y en consecuencia transmitiría tranquilidad sobre la conservación de los propios restos en el fututo. Pero este contendor debe, si aspira al reconocimiento necesario, cualificarse, desde su propia condición inexcusablemente arquitectónica.
Sobre el procedimiento de cualificación del contenedor planteamos un doble recurso recuperando prácticas de la propia tradición disciplinar:
La máxima racionalización estructural
Un conjunto de tratamientos epiteliales que particularicen la generación de atmósferas específicas.
Hemos buscado, así, la definición de una arquitectura de esencia racionalista que configure ambientes emotivos, con el propósito de particularizar en todo lo posible la nueva infraestructura cultural.
2. Construyendo compacidad urbana
2.1. Desarrollo natural
Las fundaciones jesuíticas, como el colegio original de lo que hoy es el Palacio de San Esteban, no eran proyectos cerrados si no que constituían complejos abiertos a un desarrollo paulatino. Así el análisis del actual Palacio permite imaginar por dónde habría sido previsible su extensión. Existen muchos ejemplos de época y carácter similar que sirven de referencia para imaginar una instalación más amplia, como el de San Pablo de Lima que se adjunta.
Salvando las necesarias distancias, la nueva demanda espacial surgida por la aparición del yacimiento, necesariamente debe establecer un dialogo con el actual complejo presidencial. Nuestro planteamiento será buscar la completa integración de lo nuevo con la preexistencia, por extensión natural de la edificación actual, hasta constituir un nuevo complejo en el que aparezcan en algún modo integradas el conjunto de funciones públicas que se ofrecerían: institucionales, culturales, turísticas, recreativas,…
2.2. Una nueva centralidad
La plaza del Cardenal Belluga constituye un enclave que fija la actual centralidad urbana, con un fuerte carácter religioso y administrativo. Una ciudad como Murcia que pretende mantener una imagen de capitalidad regional puede y quizás deba, crear nuevos espacios de centralidad, siguiendo la estela, sin ir más lejos, de muchas ciudades españolas que, con mayor o menor éxito o polémica, han configurado espacios similares.
Así el conjunto de San Esteban, tal como va configurándose, por escala y servicios podría configurar el foco, el atractor, de la escala suficiente para crear un nuevo entorno de centralidad, que impulse definitivamente la capacidad turística de la ciudad.
2.3. Apilamiento funcional
Definitivamente ya no quedan voces que discrepen de las bondades de todo orden de la compacidad como situación urbanística deseable de cualquier sistema urbano. La ciudad sostenible y funcional será necesariamente compacta. Nuestra propuesta propone la inserción de un gran equipamiento cultural que, ampliando el actual Palacio de San Estaban, también construye con precisión la sección y alineación de todas las calles perimetrales, rellenando un vacio discontinuo y desdibujado cuyo perímetro constructivo en ningún caso lo consideró.
Queda el asunto importante del espacio urbano, del jardín que San Esteban durante mucho tiempo fue. La ciudad puede necesitar la construcción de nuevas centralidades que impulsen su compacidad pero tampoco debe perder pulmones que la oxigenen. Desde la distancia el valor de los restos siempre será superior al espacio público, pero desde la proximidad del ciudadano inmediato quizá la valoración sea la contraria. Entendemos que garantizar una conservación “monumental” del Yacimiento Arqueológico de San Esteban es una obligación, mientras que recuperar el jardín puede ser una decisión por adoptar añadida o postergable, pendiente de opiniones aún no convocadas.
En cualquier caso esta propuesta debe contemplar la posibilidad cierta y precisa de recuperación de todo el espacio público durante tiempo existente, recurriendo para ello al apilamiento programático. Los restos surgidos demandan incrustar un espacio sobrevenido, pero nada impide que sobre el permanezcan las funciones que antes actuaban en superficie. Un jardín en las alturas puede tener inconvenientes, pero como más tarde veremos puede tener muchas cualidades.
3. Simultaneando, cultura, turismo e investigación
3.1. Protocolo de la visita
La excavación de San Esteban, al margen de su extensión, permite corroborar que esa ciudad histórica se extiende mucho más allá de lo efectivamente excavado, convirtiéndose en una amplia muestra de algo, desde luego, mucho mayor, enormemente mayor. En consecuencia nos proponemos simular ciertos efectos de una posible propagación por todo aquello que pueda ser ámbito de actuación, afectando al entorno cuyo tratamiento superficial pudiera ser naturalmente considerado, pero en especial al acceso de lo que será el recinto específicamente museográfico, para el que se concibe una pequeña estructura islámica residencial, desciendo a la cota del yacimiento por su patio central.
Una vez en el nivel inferior un recorrido tangencial al patio central conduciría hasta una sala circular en la que la apertura de unas posibles “cortinas” abrirían la vista a una primera visualización del yacimiento en su conjunto.
Desde esa sala de ingreso imaginamos recorridos espaciales por el yacimiento, variables, en función del desarrollo simultáneo de los trabajos arqueológicos y de conservación, y musealizados, mediante la inserción de múltiples recursos expositivos.
Finalmente, la vuelta al lugar de origen permitiría una Exit Through the Gift Shop devolviéndonos al patio de acceso.
3.2. Fachada programática
Consideramos que una parte relevante de la propuesta está constituida por la forma de resolver el alojamiento del programa necesario para cubrir las necesidades de atención de visitantes y trabajadores del complejo y teniendo en cuenta que la diferencia de nivel entre la ciudad histórica y la actual alcanza las dimensiones propias de una planta útil, lo que conduce a la necesaria construcción de un muro perimetral, surge la posibilidad de configuración de un fondo programático perimetral del sótano arqueológico, que permitiría provocar una mayor profundidad, aunque sea ficticia, de la extensión del propio yacimiento.
Este perímetro programático dispuesto en el nivel inferior, en tanto que aloja la totalidad de la demanda funcional propuesta, libera, por otra parte, una posible ocupación por edificación en la cota de la ciudad actual, en la que solo se dispondría el cerramiento de protección del contenedor de los restos, que podrían ser ligeramente visualizados en todo momento desde la calle.
3.3. Compatibilidades
Es importante también considerar que el espacio interior se entiende estable desde un tiempo inicial, una vez que se puedan consolidar con rigor las condiciones del perímetro del sótano, pero de forma muy distinta debe entenderse la operatividad de este espacio en el que con seguridad habrán de compatibilizarse diferentes funciones y actividades. Consolidar un recinto que garantice las adecuadas condiciones para la conservación de los restos es la principal prioridad, pero la neutralidad de su diseño deberá venir seguida de una enorme performatividad de su funcionamiento. De forma que trabajadores del centro, investigadores, arqueólogos con trabajos pendientes, expertos en restauración, etc. puedan desarrollar sus actividades simultáneamente y sin interferencias.
4. Buscando la intensidad de la experiencia
Elevar la cubierta del contenedor museístico hasta situarla a la altura de la cornisa de San Esteban convierte en incuestionable la decisión de otorgar presencia urbana a lo que hoy son unas ruinas en un gran agujero. Los restos arqueológicos se convierten, por si mismos, en un programa dotacional que termina siendo ofrecido a la ciudadanía como cualquier otra oferta urbana, como la galería comercial contigua sin ir más lejos. Y sobre la sensación que perseguimos entre la nueva dotación y sus visitantes proponemos una posición intermedia entre la negación completa de sus contenidos y la transparencia total de los mismos. Así una doble piel, un acristalamiento interior y una celosía de protección (tubos de cartón vertical, en una primera versión), establecería una visión siempre sesgada y parcial del interior que animaría a disfrutar de la experiencia en su forma plena y completa. Este cerramiento continuo se retiraría, a su vez, de las alineaciones urbanas para dejar espacios de acceso protegidos por la gran cornisa que sí mantendría las alineaciones.
Probablemente la parte más característica de la propuesta esté constituida por el sistema de generación de la configuración espacial. Este proceso se compone de los siguientes pasos básicos:
– Se fijan los centros de los patios como puntos base
– Se atribuye a cada edificación correspondiente un valor numérico proporcional a su tamaño
– Se genera una cúpula paramétrica en función del valor de referencia.
– Se localizan las áreas exentas de curvatura.
– Se desarrollan los capiteles por extensión de las superficies cupulares
– Se ajustan los apoyos buscando la proximidad adecuada a los muros existentes y la mayor distancia a los patios.
El resultado será una superficie curvada y continua en la que cada una de las edificaciones que paulatinamente va cubriendo encuentra su reflejo.
4.3. Control lumínico
Finalmente este espacio continuo pero ecualizado, requiere unas condiciones de iluminación especiales, capaces de establecer la magia del cierto viaje histórico que se va a proponer. Así, se irán introduciendo en la cubierta las perforaciones precisas hasta convertir la propia luz natural en un recurso expositivo y museográfico más.
- Cliente Ayuntamiento de Murcia
- Co-autor Adhoc, Lorena González, Javier de Mena, Silvia Sanchis, Maria Conesa, Angel Martínez, Carlos Sánchez
- PEM 15.600.000 €