Edificio Universidad de Miguel Hernández UMH
New facilities for Miguel Hernandez University UMH
Entendemos la arquitectura sostenible como aquella que tiene en cuenta el impacto que va a tener el edificio durante todo su Ciclo de Vida, desde su construcción, pasando por su uso y su derribo final. Considerando los recursos que va a utilizar, los consumos de agua y energía de los propios usuarios y finalmente, qué sucederá con los residuos que generará el edificio en el momento que se derribe.
En nuestra propuesta nuestro objetivo es reducir estos impactos ambientales y asumir criterios de implementación de la eficiencia energética en el diseño y construcción del nuevo edificio para la UMH. Todo ello sin olvidar los principios de confortabilidad y salud de las personas que habitan estos edificios, por lo que es fundamental relacionar de forma armónica las aplicaciones tecnológicas, los aspectos funcionales y estéticos y la vinculación con el entorno natural o urbano
Nuestro fin último es lograr un Edificio que respondan a las necesidades humanas en condiciones saludables, sostenibles e integradoras.
El edifico interactúa con el entorno inmediato, las palmeras dotan al espacio de una alta calidad paisajística, es por ello que la zona exterior de la parcela está formada por caminos y zonas verdes cubiertos con palmeras, éstas no solo proporcionan lugares de sombra, sino que componen el paisaje desde el interior del edificio, generando visuales hacia el campus cubiertas de espacios verdes.
La sombra arrojada de las palmeras varía durante todo el día bañando al edificio con sus formas y reflejos. Un juego de luces y sombras que consiguen una mayor integración paisajista y que a su vez refuerza los valores ambientales de la ciudad de Elche. La colocación de diferentes especies también se tendrá en cuenta, la variación de alturas consigue materializar las obsesiones paisajísticas del proyecto.
La solución propuesta tiene como objetivo en el emplazamiento la máxima ocupación de la parcela 10.1, consiguiendo de este modo la liberación de espacio de la parcela 7.7, ésta última podría en un futuro albergar algún otro edificio del campus aprovechando el resto de la parcela de 21.858 m2
Siguiendo las condiciones fijadas en el plan especial de la universidad en estas parcelas, se marca la huella del edificio, el cual a efectos funcionales se entiende como dos bloques diferenciados que pueden funcionar de forma independiente.
A partir de aquí, el edificio se convierte en una gran pieza longitudinal en la que las diferentes estancias se instalan a uno y otro lado, armando dos brazos volumétricos en planta primera que distribuyen los despachos, dotando a los mismo de iluminación natural y privacidad.
Por tanto además de los dos bloques diferenciados, dentro de ellos encontramos que los distribuidores y espacios de transición y acceso así como espacio comunes se encuentran en el interior de la edificación, y por tanto el perímetro exterior alberga todos los espacios requeridos
La premisa básica desde el comienzo es la clara compartimentación del conjunto del edificio en los dos bloques exigidos, de manera funcional y visual seremos capaces de reconocer el bloque en el que nos encontramos.
El bloque A se sitúa en su totalidad en la parcela 10.1, en su volumen se albergan las zonas comunes de ambos bloques aunque no dependen de éste para su utilización.
El bloque B se sitúa entre ambas parcelas, logrando así agotar la edificabilidad de la 10.1 a cambio de liberar la 7.7. En la primera de ellas el plan permite una altura máxima de dos plantas, sin embargo cuando el bloque B pasa a estar ocupando la parcela 7.7 pasa a tener cuatro alturas, liberando de este modo el máximo espacio ocupado y dando respuesta al programa.
Ambos bloques responden al programa requerido, diferenciándose los departamentos de forma clara para su mejor funcionamiento. Así mismo las zonas comunes hacen de conexión entre ambos bloques pudiendo dar servicio aunque uno de los dos se encuentre cerrado.
En la planta baja del bloque A se distribuyen las aulas de teoría y de informática, así como el salón de grados que enmarca en su lado oeste el final del edificio. En esta planta también se encuentra el comedor y la conserjería de ambos bloques, quedando fuera de éste cuando se cierran.
La primera planta se ha reservado en su totalidad para los despachos y salas de reuniones. Todos dan a exterior gracias a un vaciado del volumen de la planta que aparece en ésta como una cubierta vegetal donde se alojan los lucernarios que hacen llegar luz natural al 90% del edificio.
El bloque B comienza su recorrido desde la entrada con el departamento de Comunicaciones, seguido de los departamentos de Sistemas y Mecánica, estos últimos se intercalan debido a las exigencias espaciales de cada uno.
La planta primera ocupa la misma superficie que la planta baja, en ella aparecen los despachos, salas de reuniones y laboratorios que necesitan estar alojados en ésta, todos ellos de un mismo departamento para su mejor funcionamiento.
A partir de la tercera planta la situación de ésta pasa a estar exclusivamente proyectada sobre la parcela 7.7 alojando entre la tercera y la cuarta planta los despachos y salas de reuniones de los dos departamentos restantes.
El edificio es en su totalidad accesible a discapacitados, evitando estancias o desniveles de difícil acceso.
El acondicionamiento de la parcela incorpora plazas de aparcamiento en la fachada sur que conectan con un viario de acceso rodado comunicado con los principales accesos al campus. Los accesos peatonales se realizan por ambas fachadas formando llenos y vacíos entre las zonas peatonales y las vegetales.