Apartamento rue Jean-Baptiste Say
Apartment rue Jean-Baptiste Say
El lujo residencial actual esta asociado a una extraña idea de la calidad de vida en la que el valor de las cosas puede llegar a medirse de manera indistinta por la “nobleza” de los acabados o la cantidad de baños disponibles en una casa. En este tipo de configuraciones, un apartamento considerado como lujoso se reduce a una sucesión de espacios de talla relativamente convencional que, a pesar de sumar una gran cantidad de metros cuadrados en su conjunto, no ofrece ningún tipo de valor añadido excepto el supuesto valor de sus acabados.
Es precisamente en este contexto donde nuestra clienta accede compra su apartamento: una propiedad de gran tamaño, en un barrio bien situado de la ciudad de París, con un gran lujo de detalles y acabados en relativo buen estado pero con una distribución que compartimenta al extremo el espacio, bloqueando lineas visuales y minimizando el acceso de las estancias principales a la radiación solar directa. El resultado es una amalgama de habitaciones de una decena de metros cuadrados orientadas al patio interior y una cocina pequeña que ocupa un tercio de la fachada sur.
El proyecto se convierte así en un intento de restaurar una noción de lujo no necesariamente asociada a la supuesta riqueza de los acabados o el numero de habitaciones disponibles sino a la puesta en valor de las cualidades latentes del apartamento. Las decisiones de proyecto se mueven entre el cuidado delicado por el pasado y las exigencias de la vivienda contemporánea otorgando valor y potenciando lo existente.
El aprovechamiento de la luz natural directa, la recuperación de las diagonales y vistas cruzadas dentro del apartamento así como la reconfiguración de un máximo de habitaciones pasantes (disponibles como dormitorios o despachos según la necesidad) son las decisiones fundamentales en torno a las cuales se organiza el proyecto, a la búsqueda de un máximo de lujo espacial y confort.
La pieza principal para entender este trabajo de re-cualificación es el vestíbulo de entrada, cuya continua conexión visual con el resto de espacios (vestidor, cocina, comedor, biblioteca, baño y habitaciones) hace que se perciba como una verdadera extensión funcional de los mismos. El vestíbulo, mediante mecanismos muy sencillos como la apertura de nuevas puertas correderas, la instalación de impostas acristaladas y muebles empotrados o la demolición de particiones inútiles, se transforma en un espacio relevante por si mismo, con una gran cantidad de luz natural y acceso directo a todas las dependencias.
Esta operación de apariencia banal (la simple re-cualificación de un espacio servidor) tiene un impacto directo en la estructura del apartamento: la vivienda, que en su estado anterior, contaba con una estructura rígida de espacios claramente diferenciados, se transforma aquí en una vivienda flexible que se ajusta a las necesidades de su nueva propietaria. Una vez conseguido esto, el resto es secundario: un tratamiento cuidadoso del parqué y muros existentes, algunas ventanas a remplazar, el diseño de algunas piezas de mobiliario/iluminación y una mano de pintura fresca.
- Cliente Privado
- Co-autor Marcos García Rojo
- PEM 159.652 €
- Localización París
- Foto COR asociados