Centro Cívico Cultural Betera Cultural Center Betera
La entrada pública del Centro Cívico y Cultural de Bétera (Valencia) queda perfectamente enmarcada en la fachada principal, se accede a ella desde la calle Turquesa, tanto los jardines traseros como la acera frontal se proyectan como espacios amplios y arbolados que generan un espacio peatonal agradable frente al edificio desde donde acceder al él de forma natural.
Para conseguir la integración formal en el entorno es fundamental entender el tejido urbano desde un punto de vista humano. Ésta no se basa en las cualidades físicas del nuevo edificio y de su entorno, si no que nacen del uso de los edificios y del significado que tienen para la comunidad. Se diseña un edificio singular que dignifique el espacio que ocupa y añada valor al conjunto; se genera un pequeño campus de edificios públicos entre la vegetación que favorece el intercambio social entre usuarios, lo cual resulta muy positivo tanto para los usuarios del Centro Cívico como para los vecinos de las urbanizaciones residenciales en la zona sur de Bétera.
En primer lugar se define la parcela del edificio la cual demanda mayor dotación de instalaciones públicas en la zona. De forma triangular, queda dividida en dos áreas, el Centro Cívico y un espacio reservado para un futuro edificio. Una Línea de Alta Tensión atraviesa la parcela al noroeste. Se marcan las separaciones a lindes.
La composición del edificio la marcan los tres volúmenes rectangulares alineados transversalmente, donde quedan agrupados los usos principales del centro cívico: el salón de actos y reuniones en el volumen mayor, la biblioteca y sala de estudios en el central, y las salas destinadas a actividades en el volumen menor.
Mediante la creación de los volúmenes principales, aparece un cuarto volumen, o pieza de conexión, cuya función es alojar los recorridos de circulaciones entre estancias, así como incluir un espacio para la recepción y el núcleo de aseos públicos del edificio en la parte central del mismo.
La orientación del edificio permite un óptimo soleamiento del mismo debido al diseño propuesto. La fachada principal orientada al este, permite que los volúmenes puedan disponer de caras al norte y sur. Así, la iluminación natural se consigue al norte por grandes aberturas, quedando la parte sur protegida por celosías.
El entorno de la parcela se articula mediante la relación entre el interior con el exterior del edificio. Estos espacios exteriores se intercalan entre los tres volúmenes adquiriendo diferentes usos vinculados a ellos: el espacio performativo al norte, el jardín de lectura ante la biblioteca y pequeños espacios exteriores auxiliares.
Se consigue una organización clara del conjunto del edificio, con un acceso principal que da paso a las diferentes áreas, agrupadas según esquema sencillo y funcional distribuido en peine desde el eje longitudinal principal. Este esquema sencillo y funcional permite eliminar circulaciones redundantes o espacios residuales.
El volumen menor ubicado al sur, aloja dos salas para asociaciones o espacios polivalentes para actividades múltiples y un almacén. Los espacios exteriores vinculados a este volumen están pensados para servir como jardines privados de los despachos y otro para las asociaciones y actividades.
El volumen central, contenedor del espacio de la biblioteca y la sala de lectura presenta un espacio interior mayor al resto. La biblioteca queda integrada por la zona de estudios, el área expositora de libros y la zona de lectura. Esta se relaciona con el espacio exterior destinado a jardín de lectura, con espacios verdes.
El volumen ubicado al norte aloja el salón de actos y reuniones en una sala diáfana que alberga un escenario. Este espacio se abre en su cara norte para servir como extensión del espacio performativo, con graderío y área para escenario exterior delimitado por la prolongación del muro, permitiendo la proyección de audiovisual.
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