Tanatorio en Vilafranca del Penedés Funeral home in Vilafranca del Penedés
Históricamente encontramos diferentes definiciones de la muerte que nos demuestran cómo este concepto se ha trasladado desde posiciones más cercanas a la oscuridad, al dolor y al miedo, hacia posiciones vinculadas al concepto de tristeza, cambio y luz.
Proyectar un edificio donde se vivirá, posiblemente, la fase más desconocida de la existencia humana conlleva necesariamente la asunción de la incertidumbre como concepto a incluir en el proceso de ideación.
Hemos entendido este edificio como un lugar que se resistirá a ser olvidado, quedando en la retina de sus usuarios, y por lo tanto un lugar donde la experiencia sensitiva debe ser controlada. Parámetros como el sonido, la temperatura, la luminosidad, la humedad, la iluminación, la privacidad, o la relación con la naturaleza cobran gran importancia.
La parcela se encuentra a las afueras de Vilafranca del Penedès, en un sector industrial junto a la riera de la Tenería. Esta situación genera cierta tensión y por ello la implantación del tanatorio es una excelente oportunidad para garantizar una borde urbano de calidad. Se genera una transición vegetal para conseguir un degradado desde lo natural hacia lo tectónico, desde el arroyo hacia el edificio y el sector industrial.
Podemos hablar entonces de un edificio binario. Por un lado, su cara en la ciudad permanece cerrada, se protege del tráfico, y forma una especie de cáscara protectora para las vivencias que ocurren en el interior. Por otra parte, se abre hacia el arroyo y hacia un patio interior, para aportar tranquilidad y contacto con la naturaleza, con el cielo y la vegetación. Es en esta parte donde la permeabilidad interior-exterior cobra gran importancia, donde cubiertas y pavimentos se desvinculan del cierre para desdibujar los límites entre edificio y exterior, y generar así espacios de recogimiento tanto a un lado como a otro del vidrio.
Un gran alero voladizo señaliza la entrada y sirve de punto de encuentro de familiares y amigos, donde no solo se muestra afecto y respeto al difunto, sino que también, en muchos casos, se reencuentran personas que hace tiempo que no se veían. Ante esta situación se consigue que las reencuentros se produzcan en el jardín exterior y el acceso al edificio sea normalmente colectivo, un hecho que emocionalmente pensamos que es interesante por dos razones: la primera, permite dejar afuera los saludos y las emociones de gente que se acaba de reencontrar y por tanto las estridencias sonoras se reducen en el interior, y la segunda, que frente a una experiencia individual de abatimiento, la colectiva desprende normalmente sensaciones y emociones de apoyo y superación . Este acceso queda vinculado a la recepción y los despachos, y enfrentado con el patio interior, diluyendo así la percepción de entrada a un edificio estanco.
La organización en planta responde a un diagrama de recorridos y privacidad. En el nivel de privacidad 1, el más público, se encuentra el acceso, la recepción, los servicios higiénicos y la cafetería. En el nivel 2 está patio interior y pasillo que articula la circulación del tanatorio y da acceso al oratorio. Este pasillo se compone de un recorrido más público, desde el acceso hasta el nivel 3, el pasillo donde se ubican las salas de espera de los velatorios, abierto hacia el arroyo, y un recorrido que queda detrás de la sala del columbario y permite llegar al oratorio de manera más privada. El nivel 4 es la zona de asientos de la sala de vela, mientras que el nivel 5 es la parte más íntima de esta sala, donde se sitúa el túmulo y se despide el duelo. No hay que olvidar en este mismo nivel de privacidad la sala del columbario, vinculada con el patio interior pero protegida visualmente con una columnata. Además de estos niveles que podríamos llamar como públicos, aparecen los niveles privados. A un lado, las oficinas y sala de exposición de cajas que forman parte de la zona administrativa, y en la otra, las salas de preparación y tanatopraxia. Ambas zonas privadas se disponen en el perímetro del edificio, por lo que los recorridos de los trabajadores y los de las familias no se solapan.
Cada sala de vela se cierra sobre sí misma pero mantiene una relación discreta con el exterior, concretamente con el cielo, con una entrada de luz rasgada por la parte superior del volumen. Además, se divide en una antesala con asientos, lugar de reunión, separada con un vidrio de la zona de túmulo, lo que permite un aprovechamiento funcional del espacio y da privacidad a la familia.
La sala del columbario se sitúa de manera estratégica detrás del patio interior. El acceso a la misma se efectúa por la zona secundaria del pasillo central, lo que da intimidad a los usuarios. En el interior, una sala climatizada con aspecto de porche exterior y con continuidad con el oasis central acompaña los familiares y los difuntos.
El oratorio utiliza en su definición conceptos de escala, color, sonido e iluminación de una forma muy determinada con el fin de generar un ambiente de «descontextualización de lo cotidiano» que permite al usuario, de alguna manera, evadirse de lo secundario y mundano, para poder llegar a reflexionar sobre lo importante. Es un espacio que, como las salas de vela, se abre hacia el cielo y se cierra al resto del exterior, y se condiciona con una gran absorción acústica, un lugar donde el silencio se escucha y donde la luz marca el tiempo.
Desde hace un tiempo, Vilafranca del Penedès, como tanto otras poblaciones, es lugar de residencia y trabajo de personas de diferentes culturas y tradiciones. Además, las creencias y costumbres actualizan y varían, e incluso gente que comparte creencias ve, entiende y vive la muerte de manera diferente. Por lo tanto, este tanatorio puede ser utilizado por gente de muy diversa. Este hecho aparentemente circunstancial, es de especial importancia a la hora de diseñar los espacios Y las comunicaciones internas. La relación con la muerte es cada vez más diferente y personal, y este edificio, arquitectónicamente, debe ser capaz de asumir la mayoría de estas situaciones.
Aunque pensada y muy definida la organización, ésta trabaja diversos niveles de incertidumbre y adaptabilidad, lo que genera miradas interiores complejas y difusas.
No hemos desarrollado un discurso formal, ni de estilo, ni técnico, ni icónico … simplemente hemos trabajado el proyecto poco a poco, sin perder de vista cada apreciación anteriormente comentada.
La solución propuesta tiene por objetivo crear un edificio íntimo y acogedor, sin renunciar en ningún momento a la libertad de situarse en un contexto abierto y natural.
Para ello, localizamos el edificio como una pieza longitudinal paralela a la Riera de la Tenería. En ella se sitúa un primer prisma abierto al paisaje de la Ribera y lleno de luz natural, de carácter marcadamente público; a lo protegemos por la parte posterior mediante bloques adscritos mucho más opacos y de carácter privado, que destacan en altura y resultan claramente reconocibles funcionalmente.
El primer volumen se abre en el interior mediante un patio central en torno al que se emplazan los principales flujos de comunicaciones interiores. Este patio servirá de división entre los espacios públicos, y las salas de vela, mucho más íntimas y reservadas, se sitúan en su lado sur; las zonas comunes y administrativas como son los despachos, las salas de reuniones, el bloque de aseos o la cafetería, en su lado norte.
Al oeste de este patio, se extiende un gran pasillo longitudinal que dará acceso a los espacios privados, como son la capilla, el crematorio o las salas de tanatopraxia y almacenes.
El edificio es íntegramente accesible a discapacitados, evitando estancias o desniveles de difícil acceso. El acondicionamiento de la parcela incorpora plazas de aparcamiento en la fachada norte que conectan con un viario de acceso rodado y reservan una plaza con características especiales para vehículos de minusválidos. Los accesos peatonales se realizan por ambas calles adyacentes y generan un recorrido alrededor del edificio hasta llegar a las correspondientes entradas norte y este.
- Cliente Privado
- Estado En Proceso
- Uso Tanatorio
- Localización Vilafranca del Penedés
- Area 1.129 m2